La Teoría Conductista
en la labor educativa.
El conductismo ha estado presente a lo largo
de nuestras vidas debido a que hemos enfrentado situaciones donde nuestra conducta
se ha visto limitada o controlada, por diferentes factores muchos de ellos
inconscientes o conscientes.
Los elementos que caracterizan a todas las
corrientes psicológicas conductistas son:
- El objeto de estudio es la conducta, que dependerá de la situación, la respuesta y del organismo.
- El método es absolutamente empírico, en ningún caso será subjetivo.
- Su fin es la predicción y modificación de la conducta.
Entre los distintos autores,
fue Skinner el que hizo un gran aporte al proceso de enseñanza-aprendizaje a
través de un nuevo comportamiento que denominó condicionamiento
operante. En este ponen
al sujeto en una situación en la que alguna de sus conductas provoca la
aparición de un refuerzo (positivo o negativo), como consecuencia se producirá
en el sujeto una modificación en la emisión de la conducta. Aplicado en la
educación el condicionamiento operante permite al alumno ser partícipe y no
solo un receptor de conocimientos.
El
experimento de Skinner consiste en la presencia de un
manipulador (una palanca) que el animal debe manipular para obtener un
reforzador satisfactorio (comida). Así cada vez que el animal presionaba la
palanca obtenía comida, por lo que aprendió la relación entre presionar la
palanca y obtener comida.
Lo cual resulta
muy diferente al condicionamiento clásico propuesto por Pavlov, el cual
consiste en la asociación de un estímulo incondicionado con un estímulo neutro
el que permite que el sujeto responda al estímulo neutro con la respuesta que
emitía ante el estímulo incondicionado. Esto lo comprobó con el experimento que
realizo con canes. El cual hacía sonar una campana antes de alimentarlos, así,
los condicionó a relacionar dicho sonido con la acción de comer.
Otro autor
relacionado es Thorndike, él hace
refere
ncia que el aprendizaje se componía de una serie de
conexiones entre un estímulo y una respuesta, que se fortalecían cada vez que
generaban un estado de cosas satisfactorio para el organismo.
En un pasado y
un poco en la actualidad se ha visto que el método más empleado en el proceso
enseñanza-aprendizaje dentro de la escuela tradicional ha sido el
condicionamiento clásico, debido a que sólo
se trata de adquirir conocimientos memorísticos que supongan niveles
primarios de comprensión. Sin embargo, dicha repetición no garantiza que se
vaya a asimilar la nueva conducta.
Así
mismo se condiciona al alumno para que a través de premios y castigos muestre
buenos comportamientos. Un claro ejemplo que podemos citar de condicionamiento operante,
es cuando el profesor está dentro del salón de clases, los alumnos deben permanecer callados y en su
lugar, cuando sale el profesor, los alumnos hacen ruido y no se encuentran en
su lugar, pero cuando oyen que se acerca alguien retoman la actitud con la que
deberían permanecer, de otra forma se les castiga.
Otro
caso de condicionamiento operante son los estímulos (la estrellita en la
frente, los puntos extras, el dulce) que provocan una motivación para seguir
con la conducta que se realizó, de igual modo vemos muy marcado este tipo de
condicionamiento en el contexto familiar, ya que los niños piensan que ante un
comportamiento bueno deben recibir un premio, pero en este tipo de
condicionamiento se requiere de un especial cuidado porque se puede volver una
manipulación de hijos a padres.
Considero
relevante la ley del efecto Thorndike
dentro del contexto escolar ya sea tradicional o activo, cuando a un niño se le
reconoce que es bueno en dicha materia, el niño seguirá con su comportamiento
para que sea reconocido del mismo modo, pero si al niño se le hace saber un
error que ha cometido va dejar de lado esa actitud para que lo sigan
reconociendo.
En lo personal yo pienso
que el condicionamiento clásico y operante y el conexionismo, son herramientas
que debemos aprender a usar adecuadamente dentro del salón, entre los dos tipos de condicionamientos podríamos
generar un equilibrio, porque uno se hace de una manera consiente y el otro de
manera inconsciente, esto provocara que el niño se haga una retroalimentación o
sus propias analogías de cómo ha sido su
comportamiento, lo que generara en ellos el comportamiento que deseamos como
docentes y no solo eso sino ya habremos generado en nuestros alumnos un
pensamiento crítico-reflexivo
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